Hace unas semanas subí un artículo sobre cómo funciona el (re)aprendizaje y lo importante que es cambiar el foco para ver cuánto somos capaces de aprender. Me gusta pensar que se trata de aceptar y agradecer ese aprendizaje que nos trajo hasta acá, aunque hoy ya no nos sirva, y transformarlo para evolucionar. Ahora bien, la historia no termina ahí. Existen un montón de enemigos de todo ese proceso, que atentan contra el aprendizaje. Veamos algunos de las principales.
¿Cuáles son los enemigos del proceso de aprendizaje?
→Cuando tenemos una actitud de sabelotodo, consideramos que tenemos un total dominio sobre un aspecto y nos cerramos a nuevos aprendizajes, nos oponemos a la apertura y a aprender cosas nuevas.
→ Cuando tenemos miedo a decir no sé porque consideramos que expresar ese desconocimiento nos cierra puertas. Por ejemplo, en una entrevista de trabajo o ante un cliente.
→Cuando incorporamos, sin pensar, discursos del tipo “ya estoy grande”, “soy de tal manera”, “nunca voy a poder hacer xxx porque nací en xxx”, “ya es tarde para cambiar”. Con esto, nos estamos cerrando al aprendizaje, estamos dando por sentado que esto es imposible para nosotr@s.
→Cuando tenemos un fanatismo por tener todo siempre claro, nos abrazamos fuertemente a nuestras certezas, en lugar de abrirnos a las incertidumbres. Eso atenta contra el proceso de (re)aprendizaje.
→Cuando creemos que, porque sabemos algo, somos l@s dueñ@s de la verdad. Recordemos que cada uno ve las cosas desde su punto de vista y su experiencia, por lo que podemos ver o entender una misma situación de forma completamente distinta a la persona que tenemos al lado.
→Cuando confundimos saber con estar informado, algo que en la era en la que vivimos sucede muy seguido. No es lo mismo saber de un tema – por ejemplo, porque vimos un webinar sobre esa temática o porque leímos un libro sobre ese tópico- y comunicarlo, que aprender realmente algo, hacer el proceso interno de incorporarlo, pasarlo por el cuerpo y las emociones para después expresarlo.
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En una época en la que una de las capacidades más buscadas y valoradas es la de aprender a aprender, abrazar los “no sé” puede abrirnos muchas más puertas que la vieja creencia de que debemos ser expertos en cada detalle de lo que hacemos. Te invito a que prestes atención a esos enemigos que te condicionan y limitan tu aprendizaje para que puedas potenciar tu crecimiento.
Esto aplica a personas en sus vidas personales o profesionales, empresas, equipos de trabajo, líderes y emprendedores.
